Cuestas...

"Cuando tu mente es simple y está desapegada y silenciosa, todas las cosas pueden existir con armonía y puedes empezar a percibir la verdad sutil"

Hua Hu Ching

Lao Tse

Hoy he ido a hacer cuestas a Medina. No tengo muchas cuestas a mi alrededor y por eso tengo que ir a media hora de casa a hacerlas. Tiene un kilómetro desde su arranque hasta donde doy la vuelta. Los coches van en segunda y se va empinando cada vez más. Esta es la tercera vez que voy en este entreno para Sables. Hoy la he subido y bajado cinco veces, cada vez aumento una subida. Dos horas y 10 kilómetros, cinco y cinco.

Hoy he practicado la unificación, cuando iba subiendo dejé que mi respiración se unificara con todo lo demás; el sonido de los bastones, la sensación de arrastre, cada impacto en el suelo, el olor a leña quemada, un cernícalo que me sobrevuela. En cada subida hago una pequeña parada de unos segundos en el lugar de la foto, esos dos naranjos estaban el flor, el olor a azahar es un buen regalo para unos pulmones que necesitan un pequeño descanso. Dos grandes gallos se pelean y unas gallinas corren de un lado a otro. Mi respiración, el sonido de una motosierra...

A medida que he ido avanzando en el entreno se ha ido haciendo la oscuridad, cuando he llegado hacía sol con algunas nubes, el viento se ha cargado de presagios de lluvia, una gotas han empezado a caer. Ha sido un buen entreno. Cuando iba hacia el coche una última visión de las gruesas gotas de agua en las hojas de las cañas me ha hecho disfrutar. Mirar sin nombrar no es fácil, pero cuando se consigue puedes percibir la verdad.

Sed felices o, al menos, intentadlo...