martes, 20 de abril de 2010

Se acerca el otro gran momento...

Estos días son de una actividad frenética, al trabajo no realizado mientras estaba vaganbudeando por las arenas del desierto se unen un millón de pequeños detalles a coordinar; 250 atletas, más de 100 voluntarios...además no podría haberme metido en una prueba de 10 kms que se acaba en 2 horas, no, yo tenía que meterme en una ultra y de estas características. La verdad es que el trabajo realizado durante cerca de dos años se va materializando, ahora lo que me inquieta es lo que no depende de mí, no me refiero a imponderables como el tiempo u otras cuestiones, me refiero a que los que se han comprometido cumplan.
Todo el mundo me pregunta si estoy nervioso, les contesto, sinceramente, que no; y es que tengo en mi mente un viejo dicho sufí que me ha acompañado en esta edición de Sables como si de un mantra se tratara: "el que confía, no se pierde...", esto unido a una fuerte inversión de tiempo y ganas para planificar, movilizar, aprender a adaptarte a las circunstancias, me ha llevado y me lleva a que, al día de hoy, esté sereno. No es que la responsabilidad me dé igual, en absoluto, sé que se van, voy, a cometer muchos errores, pero también sé que no son en lo fundamental y que he intentado, por todos los medios, no el agradar a todo el mundo, lo cual es imposible, sino el fijarme en las cientos de pruebas que llevo en las espaldas y ver lo que funciona y lo que no, es decir aprender de los otros.
Tengo ganas de que llegue el momento del salto, el momento en el que la realidad valide la planificación. También tengo ganas, si tengo que ser sincero, de que pase este huracan, para dedicarme a lo que ahora está olvidado y apracado; echo de menos meditar, entrenar para recuperarme del tremendo palizón de sables, pintar, leer, dedicarme a arreglar mi jardín el cual está como si hubiera pasado un tornado, hacer y colgar nuevos móviles que han sido destrozados por los vendavales (para ello, ya he empezado a recopilar cosas como bambú y demás materiales), pero sobre todo, lo que es una fuerte necesidad es la de escribir sobre lo que he vivido en el desierto, recordar y fijar para luego "olvidar".
Espero pronto expandirme como una mancha de aceite en un lienzo...la calma volverá y la volveré a disfrutar. Aunque no creáis que no estoy disfrutando este vendaval, pues hay algo que, desde hace algún tiempo es una realidad en mi vida: intento no hacer nada que no me motive y refuerce y esto lo hace con creces...
Sed felices o, al menos, intentadlo...

4 comentarios:

  1. intentar ser feliz
    tiene regalos
    que solo algunos saben recibir

    cariños

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  2. Que haya mucha suerte y salga todo bien.

    Saludos!

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  3. Muchisima suerte y fuerza desde aquí. Me hubiera encantado poder acompañaros, pero.... otro año será.

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  4. Para todas las cosas hay una época, y un tiempo para cada propósito: un tiempo para nacer y un tiempo para morir, un tiempo para plantar y un tiempo para cosechar lo que plantamos. Mucha suerte.

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