martes, 24 de mayo de 2011

Esquivando balas de plata...

Dicen que los hombres lobos no sienten las balas normales que son sólo sensibles a las de plata, los pensamientos son como proyectiles; muchos dañan otros destruyen; tengo a mi alrededor a gente que pasa momento duros, personas, hermanos de elección que se enfrentan a la balacera, me enseñan el verdadero sentido de la palabra hermano. A veces me sorprenden, otras me fortalecen ; me hacen daño, siempre infinitamente menos que a ellos, esas balas de plata, impactos en lo más profundo de nuestra humanidad. Son fuertes y valientes, son gente normal.
Tengo mucha suerte en la vida, suerte de poder aprender de lo que me rodea...mientras mi destino me alcanza en algún lugar del presente contínuo que vivimos.

Sed felices o, al menos intentadlo

sábado, 21 de mayo de 2011

La Marea...

Decían que eran unos ni/nis, que todo les daba igual, de eso se aprovechaban de su silencio, han hecho y deshecho, han traicionado las más elementales normas de la más simple de las moralidades; una vez más, lo mejor de nosotros, nuestros hijos nos enseñan el verdadero sentido de la palabra ilusión...que esta marea suba y arrastre a aquella sucia espuma que promete cada cuatro años para apoltronarse en el poder...control sobre la marea, ojos vigilantes, que no nos tomen por tontos; se equivocaban, ya no es su tiempo, el tiempo está en manos de la juventud, en la calle. Temblando deben estar algunos...

Sed felices o, al menos, intentadlo.

sábado, 14 de mayo de 2011

Hermanos...

Hace tiempo que no escribo, justamente desde la última carrera que fué el Homenaje a la Legión.
El pasado fin de semana corrí/anduve los 101 kms de Ronda, era mi décima edición, todo un reto cumplido para alguien al que le dijeron hace años que no iba a correr más.
He andado con el cuerpo, la mente y el corazón revuelto, uno de mis hermanos anda metido en esos laberintos que la vida nos ofrece de vez en cuando, me esfuerzo por ayudar y apoyar a mi buen hermano de elección. Los hermanos pueden nacer o hacerse y Manolo es un buen hermano al que no se le puede fallar, he conocido pocas personas con un corazón tan grande y humilde.
He acabado los 101 kms, suelo ir solo, pero esta vez era distinto se trataba de un grupo de buenos hermanos y no se les podía abandonar. Ha sido una experiencia distinta ir en compañía.
Ahora mis desvelos están en otro sitio, donde mi corazón me llama.

Sed felices o, al menos, intentadlo...