martes, 17 de agosto de 2010

Te bajo el árbol...


Etoo y Adil hablaban con Tureya bajo el árbol, la tarde había caído y era el momento de las risas, Etoo siempre tenía una en el rostro. Adil, más formal, le excusaba diciendo que su mente era simple, nada que ver con algo peyorativo, simple y natural, feliz más bien. Reían por los malentendidos de las traducciones simultáneas, Etoo hablaba en árabe, Adil traducía al inglés y la mente de Tureya lo convertía en castellano.
Tureya no sabía como se llamaba Etoo en realidad, sólo que era un calco del jugador de futbol y una sonrisa andante.
Cuando uno está tan lejos de casa el corazón se ensancha, se desprotege de las corazas que normalmente tenemos armadas para proteger lo que no es posible guardar, es por eso que hay momentos en los que las andanadas que nos lanzan los corazones ajenos nos dejan sin aliento y con un nudo en la garganta.

Un silencio se hizo entre los tres.
Miraron el árbol.
Cuando estés en tu tierra te acordarás de este árbol y de nosotros ¿no es cierto Tureya?.
Me acordaré, dijo ella, y algo profundo cambió.

PD Tureya: en árabe transparente y claro como el cristal.

Inspirado en una situación real.
Para Tureya desde el corazón.
Quien confía no se pierde...

¿Qué hora es Tureya?
- Ahora.
¿Quien eres Tureya?
-Este instante.

Sed felices o, al menos, intentadlo...

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