martes, 7 de febrero de 2012

Fuego frío...


Hacía tiempo que no hablaba con él, le creía disfrutando de su salud recién estrenada; las noticias de su gesta al acabar una carrera durísima me dejaron un sabor de normalidad; "de nuevo Corazón de León vuelve a subir y bajar montes". 
Al escucharle supe inmediatamente lo que ocurría, de nuevo la batalla contra la enfermedad, un vacío en el estómago. En el 2010 saqué fuerzas en el desierto evocando a mi buen Hermano que, con su actitud ante la Vida y la enfermedad, me daba lecciones magistrales de hasta donde se puede llegar. 
En este instante un fuego helado me envuelve, una ira serena que se apacigua a medias con el aire en la cara. De nuevo Corazón de León me ayudará a subir y bajar montañas, a vivir de forma un poco más plena. Me doy cuenta de que es necesario, al menos para mí, buscarle un sentido a lo que no lo tiene. ¿o quizás sí?.


Sed felices o, al menos, intentadlo...

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