Ya hace unos meses que volví del desierto, en un arrebato de euforia rotulé este blog con la leyenda camino a Sables. Hoy no sé hacia donde camino, más bien a ningún sitio, he llegado a la conclusión que este último Sables ha sido como un rodillo, me ha dejado plano.
Hace meses que apenas entreno.
Mi buen hermano Angel me ha mandado esta foto, algo se ha movido dentro, recuerdo ese instante; estábamos cruzando un río, lo único que importaba era seguir adelante de la mano de mi buen Hermano.
Es verdad que sigo desmotivado pero los días de esfuerzo y hermandad me han recordado que merece la pena seguir adelante mientras el cuerpo aguante.
final de etapa de 82...casi acaba con nosotros el desierto
No sé si es camino a Sables o a algún otro lugar pero no hay duda que hay que seguir en el sendero...sólo los que se atreven a llegar lejos son capaces de llegar a saber lo lejos que pueden llegar...Elliot resuena en mi mente y en mi corazón.
Sed felices o, al menos, intentadlo...
Adelante por el sendero, aunque sea despacio...
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