Somos seres humanos, seres
que albergan en su interior la capacidad de brillar, pero dentro de nosotros
habita algo oscuro, esa parte de nosotros egoica y tendente al apego; necesitar
algo es ser esclavo de ese algo. No te vas dando cuenta pero la oscuridad escondida,
esa que no puedes ver, va creciendo.
Cuando era un joven
maratoniano necesitaba correr, necesitaba esa clase de droga diaria, mi mente
se volvió rígida y apegada al objeto de su obsesión.
Después de incontables
carreras cortas, medias maratones y maratones la oscuridad dentro de la
oscuridad emergió, la pude entrever, me di cuenta de dónde estaba, fui
consciente y la luz brilló durante el tiempo suficiente para cambiar de rumbo,
desapegarme y pasar a otro nivel. Pasé, entonces, al ultrafondo, aquello era
otra cosa: resistencia, ritmos cómodos, carrera y marcha en espacios abiertos,
conexión con la naturaleza…
Poco a poco, sin darme
cuenta, ese algo oscuro dentro de la oscuridad ha ido creciendo, una vez más no
me he dado cuenta, pues la oscuridad es muy profunda dentro de la oscuridad. Ahora,
después de mi experiencia en mi cuarto Marathon des Sables, me doy cuenta que,
una vez más me he apegado, necesitado de aquello que sólo debe ser un
complemento, una opción entre otras.
Debí darme cuenta cuando me
he oído decir a mí mismo que era un “yonqui del desierto” como todo yonqui,
sólo puedes re-encontrarte contigo mismo cuando asumes la realidad, cuando la
oscuridad da paso a la luz de la consciencia.
No hay nada malo en desear
algo, disfrutarlo, pero la mente siempre quiere más, entonces quiere poseer ese
algo, sea un desierto o cualquier otra cosa, entonces, todo se complica y
descuadra, se pierde el equilibrio y la oscuridad te acaba envolviendo.
Seguiré amando el desierto
que tanto me ha dado cuando nada le pedí… pero de otra forma Otros espacios se
abren ante mí. Esa oscuridad los había cegado, aplacado y ninguneado.
Sonrío con la sabiduría del
idiota que es consciente de ello.
¿Cómo he podido estar tan
ciego?
La respuesta es rotunda: la
oscuridad dentro de la oscuridad es total, sólo se puede salir de ella ante el
estallido de la luz de la consciencia plena, esa para la que, no siempre,
estamos preparados, para la que hemos sido creados.
Ten presente, amigo, que
algo oscuro se esconde en la oscuridad, si quieres ver lo que es sólo has de estar
despierto, no dormirte, estar atento y consciente y, sólo entonces, quizás,
puedas ver lo que la oscuridad alberga en su interior.
Casablanca Abril 2014
Escrito desde la cara oculta
de la luna
Impresionantes relatos desde la cara oculta de la luna. Me dejas sin palabras.
ResponderEliminarSeguimos creciendo, seguimos caminando, cayendo y levantando y eso es lo importante ser capaz de aceptarnos e iluminar nuestras vidas y nuestros actos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que capacidad eres unico,me gusta....
ResponderEliminar