viernes, 6 de enero de 2012

Como un conejo...


Como un conejo, así he quedado al engancharme en un trozo de alambrada enterrada en una duna. 

La Vida te enseña, recuerda a cada instante que vivimos en un mundo inseguro, inestable y cambiante pero no por ello menos apasionante y bello. En un segundo tus ilusiones tus expectativas se pueden ver modificadas, en un sólo instante...

Íbamos comenzando en el entreno, una sesión de dunas en un maravilloso día soleado, maravilloso, de repente, al bajar una pequeña duna, me he quedado enganchado por mi talón derecho, un fuerte dolor me ha recorrido todo el cuerpo, he trastabilleado hasta quedarme literalmente colgando de mi enganche. Ro me ha auxiliado, hemos quitado el alambre, era tan viejo que había perdido casi sus púas, en cualquier caso ninguna de ellas me ha atravesado el tendón de Aquiles. En el momento de máximo dolor he pensado: "se fastidió todo" el camino a Sables acabado...tumbado en la arena me he quitado la zapatilla, y el calcetín.  Han sido momentos de incertidumbre, en los que depende de lo que veas llegará la certeza. Afortunadamente no me ha atravesado ni me ha hecho daños importantes, nos hemos vuelto y hemos estado de acuerdo que es una señal, hay que estar más atentos; esta vez la bala ha silbado, sólo eso. Un poco de trombocid y mañana me voy a la Breña a darle fuerte. Espero que mi talón esté perfecto.

Un poco de suerte, he señalado la alambrada asesina y nos hemos vuelto a casa contentos.

Sed felices o, al menos, intentadlo...

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